Te necesito

Te pido un poco de paciencia y tolerancia. Paciencia para leer esta carta y tolerancia porque no sé si este mensaje es para ti o no, pero léelo por favor y si así lo deseas, hazlo circular.

Hoy 5 de marzo de 2010, a unos pocos días del terremoto de Chile, sigo conmocionada, llorona. Paso cerca del televisor, lo enciendo, pongo canales de noticias de Argentina y apenas si veo algún recordatorio de que existió un terremoto en Haití, en Taiwán, en Chile; pongo canal de Chile y veo gente sobreponiéndose a pesar de la tragedia que están viviendo, de las pérdidas materiales y afectivas, gente orgullosa y decidida a levantar a su país con el gran amor que por el siente. Y me siento orgullosa del pueblo chileno, de su capacidad para organizarse, para levantar su cabeza con orgullo, agradecer el estar con vida y en cierta forma, decirle al mundo: nosotros podemos salir adelante solos, somos capaces de hacerlo; pero si quieren ayudar, pueden hacerlo de esta manera y me pregunto a mi misma, qué estoy haciendo por este pueblo que me cobijó en muchos momentos de mi vida, el que me enseñó lo que es el amor, la cooperación y la solidaridad, el que actualmente recibe y protege a mi hijo y, me avergüenza decirlo, sólo estoy llorando y preguntándome a mi misma cómo reaccionaríamos nosotros si algo similar nos sucediese? Qué ayuda necesitaríamos? Quienes nos ayudarían? Recibiríamos en la misma proporción que estamos dando? Qué estamos dando?

Debo confesar también que mis ideas claras y geniales el noventa por ciento de las veces, en esta ocasión no existen. No sé por donde comenzar ni qué hacer ni cómo hacerlo. Estoy en estado de shock. Tienes alguna idea? Estás participando en algún grupo solidario? Me ayudas?

Hoy, en mi meditación y dentro de un trabajo personal que estoy realizando, recibí un mensaje y deseo compartirlo con ustedes: Escucha con atención. La práctica lo es todo; cada acción, cada virtud, si se practica a diario y con intensidad, da mayores frutos, se afianza y se expande.

De qué sirven las grandes reuniones de muchas personas “espirituales” intelectualizando el conocimiento? La sabiduría se logra cuando puedes poner en práctica lo aprendido, cuando eres capaz de servir de ejemplo con tu propia vida para que el otro entienda con facilidad.

La solidaridad es una de esas actitudes. Cómo la enseñas? Sólo poniéndola en práctica, poniéndola en funcionamiento, movilizando las energías para que las personas ayuden y colaboren. Qué más hace falta? Salir del dolor producido por las circunstancias y ponerse en acción, dando y sirviendo de ejemplo a todos.

Si lo que han visto en imágenes no los conmueve ¿Qué puedo Yo esperar? Cuál será el cambio de actitud hacia Mi? Ninguno.

Duele reconocer que sólo el dolor vivido en carne propia el que mejor enseña. No sienten el vacío de no estar haciendo nada por el mundo que los rodea, por seguir sumergiéndose egoístamente en sus propias y cómodas vidas?

Sacúdanse!!!!!! Ya es tiempo. Levanten sus cabezas, abran sus ojos y miren a su alrededor. Están vuestros mundos en pie todavía? Entonces, cuídenlo, no esperen aprender de la tragedia y el sufrimiento. Miren a su alrededor, arremanguen sus camisas y trabajen y colaboren para ayudar a vuestros hermanos.

Benditos sean si así lo hacen.

Si puedes ayudar, de la forma que sea, aunque sea con ideas, escríbeme y canalicemos la ayuda de la mejor manera posible para nuestro vecino y hermano pueblo de Chile. Si ya colaboraste, no sientas que perdiste el tiempo al leerla.

Gracias

Aprender - Enseñar

No se puede enseñar lo que no aprendiste pero, a la vez que enseñas aprendes porque el otro es tu maestro, funcionando como espejos.

No todas las enseñanzas provienen de las palabras o el intelecto; hay enseñanzas que entran a través de los ojos como las actitudes y conductas que sirven de ejemplo, las que se realizan con impecabilidad, a conciencia.

De allí la importancia que tiene la forma en que te muestras y lo que tu conducta refleja.

De allí la necesidad de entender la importancia de reflejar equilibrio, amor, paz, balance en todos y cada uno de tus actos.

De allí la necesidad de mantener el equilibrio, de accionar con justicia, sin enojos, de practicar el amor, la amistad, la comprensión.

De allí la importancia de entender con sabiduría para entregar amor, comprensión, paz.

De allí la relevancia de contemplar con amor el camino elegido, sea de dolor y sufrimiento o no; la importancia de no juzgar, comparar o agredir, enarbolando banderas que sólo llevan crítica y desamor.

En un solo acto, en instantes, pueden aprenderse lecciones que duran toda la vida y hasta generaciones.

Yo Soy tu Madre Tierra. Escúchame!!!!!!!!!!!

Como madres, a veces, nos sentimos agobiadas y muy pero muy cansadas por la tarea que desempeñamos y también, por los duros recursos de los que debemos echar mano para hacernos escuchar y entender.

En ocasiones, las madres debemos sacudir así de fuerte a nuestros hijos que aún siguen sin entender cuál es el origen o lo que causó tremenda reacción (después del terremoto de Chile). También nosotras, madres conscientes, quedamos de cama, cansadas, por la virulencia de nuestra reacción.

No nos es grato lo que queda cuando nos calmamos pero, ¿qué otra cosa podríamos hacer? ¿de que otra manera nos podíamos hacer entender? ¿de que otra, nos haríamos escuchar? ¿nos escucharían finalmente? No lo sé, pero muchas cosas aprenderán y, entre otras, el respeto por mi amor, por la contención que les brindo, por la abundancia de la que disfrutan.

Aprenderán la solidaridad, el compartir, el amor, el dolor, todo, en un mismo acto.

Verán cómo sus vidas, sus sueños, todo se desmorona cual un castillo de naipes y sabrán que nada material tiene valor, que lo único real y cierto, lo único de valor y lo que realmente mantiene los sueños de cada uno en pie, es el amor.

¿Cómo es posible que deba sacudir a cada nueva generación de esta forma? ¿es que la generación anterior no fue capaz de aprender o entender lo que le quise mostrar?

De eso se trata ¿verdad? Ahora comienza la reconstrucción material de todo lo que necesitan pero ¿hasta dónde llega el amor por mi?, ¿hasta dónde llega el entendimiento de la conciencia que es necesario generar para vivir en armonía y paz?

Que esta tremenda situación no quede como una de esas terribles anécdotas dentro del repertorio popular y que sirva de enseñanza firme y consciente de la necesidad de esfuerzo para cambiar vuestra forma de ver, de sentir, de reaccionar; vuestra forma irrespetuosa de vivir.

Con profunda pena y cansancio, yo les pido que tomen conciencia, que lleven sus corazones al entendimiento correcto de la situación en que me ha colocado la necesidad de decirles EHHHH!!!!!!!!! Esta Soy Yo, CUÍDAME, RESPÉTAME VALÓRAME!!!!!!!!!!!!!

¿No te das cuenta de todo lo que te doy, todo lo que te proveo? Ahora que lo perdiste, ¿puedes verlo? No me obligues a llegar a este punto. Como tu madre, debo explicarte que no me es grato llegar a él, pero ya no sabía cómo hacerte entender. Perdóname, pero no me obligues a enseñarte quien soy y cómo debes tratarme, en esta forma, de esta manera.

Haz un acto de conciencia, individual, y dime … Tú, ¿cómo te habrías hecho entender? Lo intenté de mil maneras, te envié muchos mensajeros a pedirte que reflexiones pero, los ignoraste y no quisiste escuchar; no me quedó otra manera. Lo entiendes ¿verdad?

Por favor, ahora intenta hacer las cosas diferentes pues no se trata de poner en pie, nuevamente, lo que creías era tu sostén, es otra la mirada con la que debes ver, otra la intención.

Eres mi hijo amado. AYÚDAME!!!!!. Estos son casi mis últimos extertores pues ya casi no puedo vivir con el maltrato que me das. Ayúdame!!!!

Transmite este mensaje. Divúlgalo.

Yo Soy tu Madre Tierra.

Una nueva raza

Escucha. Presta atención.

Es tiempo de relajarte, disfrutar y aprovechar los afectos reales que tienes a tu alcance; esos que siguen firmes en el tiempo y, junto a ellos, hacerte la vida más grata, más entretenida, más compartida.

Es tiempo de reír y disfrutar. Es tiempo de ser feliz finalmente pues, ya nada te falta entender, nada te falta, sólo aprovechar este tiempo de risas, gozos y expectativas nuevas; las que trae esta nueva generación que ya está en formación; crear para ellos una nueva familia, una nueva conciencia. Tu trabajo continúa, aunque diferente, pero sigues despertando conciencias a través del amor y del reencuentro permanente.

Hay tanto por hacer!!! Tanto por crear!!! Tanto por formar!!!! No te aísles y participa con toda tu energía, ayudando y, a la vez, aprendiendo.

Una nueva raza de amor, sabiduría, comprensión, está llegando a la tierra; una raza de gente nueva, con intenciones diferentes, con mucha sabiduría; pero que también necesita de la colaboración y la experiencia de los que , encarnación tras encarnación, lucharon por producir estos cambios. Por tanto, no te asustes con los cambios y apoya a estos niños con toda tu experiencia y sabiduría, para recuperar este maravilloso planeta convirtiéndolo en una nueva tierra de amor y respeto.

Comparte sus vidas, desde su origen; no te aísles y disfruta observando cómo es la nueva raza y entendiendo porqué fue tan duro tu tránsito por esta tierra, porqué luchaste tanto y comprendiendo que estabas limpiando este espacio para que ellos pudieran llegar y hacer su tarea con menos dolor.

Ahora es tu tiempo de verlos crecer, de mantenerse junto a ellos, equilibrando y sanando su entorno para que puedan trabajar en armonía y paz.

Mucho movimiento en tu vida. Prepárate anímicamente. También es tiempo de sentir esa retribución en amor y afecto de esos seres que tanto amas y por los que aún sufres. Sé feliz, es tiempo.

Abre entonces las puertas de par en par y deja entrar al amor. No lo limites ni lo condiciones, acéptalo.

Tienes trabajo por concluir, hazlo en paz en armonía contigo misma. Cosecharás luego los frutos de este esfuerzo consciente.

Tu tarea continúa siendo la de despertar conciencias pero ahora en tu entorno más cercano, a donde esos niños están llegando y donde la tarea parece más dura y más difícil; pero es importante que esos niños y jóvenes encuentren un roble donde apoyarse y mucho amor. Entiendes ¿verdad? No te puedes, no debes mantenerte al margen.

Con mucho amor, respeto y consideración debes acercarte a ellos y comenzar a realizar tu tarea de contención para que no se pierdan en el dolor, la incomprensión y el sufrimiento.

Bendita seas por entender. Bendita seas por aceptar. Con nuestro agradecimiento contarás y nuestro apoyo tendrás.

Viejas grabaciones

Todavía hay dolor en tu corazón, un dolor viejo que no desea dejar de manifestarse mostrándote que aún quedan cosas por sanar; dándote a conocer que no estás relacionándote bien, que algo no funciona pues el dolor surge siempre ante algunas actitudes de las personas que tú amas, haciéndote sentir siempre el mismo efecto: sensación de soledad, de abandono, de desprotección y nada de esto es real, ni la causa ni el resultado; son sólo ilusiones de un corazón dolido mucho tiempo atrás.

Si cada vez que percibes que esto comienza a suceder, en un nuevo círculo, comenzando una nueva rueda, tú rechazas estos sentimientos, haciéndoles saber que no corresponden que ahora se manifiesten, reconociéndolos como viejas heridas que aún no terminan de cerrar en tu memoria ancestral, entonces ellas irán sanando poco a poco y tu vida será diferente.

No te niegues al amor, cualquiera sea la forma en que se manifieste. Acéptalo con alegría pues también necesitas saber, reconocer, que eres merecedora de recibirlo.

Inténtalo. Lo lograrás si permaneces atenta a tus reacciones, a la forma en que estalla en ti el dolor y en la forma en que acostumbras modificarlo.

Recuerda que ese tipo de dolor ya no es real para ti, sólo son grabaciones de tu memoria celular. Trabaja en ello, con alegría y atención, para abrir totalmente tu corazón al amor.

Bendice cada dolor en tu corazón y permítele retirarse.

Estás cansada y agobiada

Estás cansada de tanta soledad; cansada y sin entender que todos tienen procesos personales que se están manifestando, cosas para transmutar que no tienen que ver contigo pero que, simultáneamente, producen en ti ese efecto que tanto te afecta: la soledad, el sentir que estás en un inmenso mar remando sola, que si te cansas, nadie hay para ayudarte y tenderte una mano; que nadie hay para entender o interesarse en tus procesos internos.

Estás cansada y agobiada. Por ello, es tiempo de detenerse a reflexionar y poner en la balanza todo lo que tanto peso significa para tus espaldas.

Reflexiona y comienza a sacar, de ese platillo en la balanza, lo que es superfluo, sin importancia; observa hasta qué punto es capaz de desequilibrar la balanza; intenta hacerlo objetivamente sin dejarte influir por el peso emocional que esa situación tiene.

Cuando reconozcas qué es lo que te afecta verás hasta dónde es posible modificar esa situación en lo que a ti depende, pero no podrás dejar de ser conciente que, en esa situación también está incluido el proceso del otro; podrás entenderlo más o menos pero lo importante es cómo influye en ti, cómo te afectó y si puedes solucionarlo o equilibrarlo para que no te perturbe al punto de paralizarte nuevamente.

Todo es aprendizaje, aún para ti; rescata eso y tendrás la solución en tus manos.

¿Qué puedes hacer cuando el otro no entiende tu proceso o no se interesa en entenderlo? ¿Cuándo saca a la superficie culpas y resentimientos antiguos de los cuáles tú no tienes la culpa? ¿Cuándo sólo el otro es responsable de su situación actual sea esta económica, emocional o de cualquier índole? Sólo puedes alejarte, tomar distancia hasta que se aclare en su corazón la situación.

Los miedos tienen profunda influencia en estas actitudes de enojo; son los miedos a no ser capaz, a bajar la poca autoestima que consiguió quizás con un golpe de suerte momentáneo; son los miedos los que nuevamente sacan a relucir todo aquello que no han sido capaces de resolver, todo aquello que, cuando se presenta nuevamente, te hacen sentir como un niño pequeño otra vez y, es entonces, tu presencia la que parece magnificarse ante los ojos del otro como pidiendo aclaraciones y transformaciones; entonces la reacción se torna desmedida en relación a la situación. ¿Entiendes verdad?

No eres tú, son los propios miedos, esos que pone el ego delante de ti para decirte lo incapaz que eres y a quién debes echarle la culpa por ello. Entonces, es conveniente retirarte del frente de ellos evitando agresiones gratuitas, que no van dirigidas a ti realmente, hasta que la cordura, el equilibrio, el amor se restauren, ¿Entiendes verdad? Sólo son los miedos no elaborados los que han tomado posesión y, son ellos los que están reaccionando y “defendiéndose” de posibles ataques de otros, nada más.

Mantén la calma y la distancia y permite que las emociones se aquieten y luego, con las cosas más claras, podrán conversar y entenderse. Sigue tu vida como si nada sucediese.

Te amamos y acompañamos. Bendita seas.

Tú y Yo somos UNO

Yo Soy Tú. Tú eres Yo. Los dos somos UNO. No hay separación, sólo unidad. No hay oscuridad, sólo Luz.

Camina hacia Mi lentamente, conscientemente, sabiendo que vienes al encuentro de ti misma. Nada más importa, sólo tú y Yo, que en este acto, en este momento, vamos a convertirnos en un solo ser.

Vamos a unir nuestras energías conscientemente, con amor y respeto el uno por el otro reconociendo que, a partir de este momento sólo hay unidad entre tú y Yo. Nunca más separación ni división alguna. Hazlo ahora. Detente ahora a unos pasos cerca de Mi….

¿Qué ves? Ves una luz intensa amarillo dorada.

¿Cómo es esa Luz? Tiene algunos manchones negros. Acércate para que se vaya emparejando, hazlo hasta sentirla nítida y brillosa.

Acércate un poco más todavía.

Respira profundo y observa si en cada inspiración tuya la Luz se amplia, se magnifica, tiene más brillo. Sí, lo hace.

Entiendes ¿por qué? Porque tú y Yo somos uno, no estamos separados; tú y Yo respiramos juntos, somos UNO. No hay cuerpos, sólo energía. Esa eres tú y soy Yo. Energía pura. Vamos a acercarnos a unirnos, a convertirnos en un solo ser.

Ahora eres un Angel Dorado. Yo Soy Tú. Tú eres Yo. Somos UNO.

Ahora escucha. Muévete y actúa como lo haría un ángel, como el que eres, el que siempre fuiste. No juzgues , no critiques, no condenes, no opines mal, cuida tus palabras y que cada una de ellas, cada movimiento tuyo sólo sea de amor, comprensión, de unión; no más separatividad con nadie.

Todos somos ángeles y debemos integrar las energías en unión y amor.

Agradece y bendice todo lo que llegue a tu vida, sin excepción y aprende de ello. Te amamos incondicionalmente. Tú y Yo somos UNO.