Acercamiento familiar

Mantén un perfil bajo, de absoluta humildad, de reconocimiento y agradecimiento por las lecciones recibidas a través del dolor, la soledad y el abandono. Tus dolores ya están elaborados y te corresponde a ti, ahora, ayudar a los otros a elaborarlos para que este reinicio no esté signado por el fracaso; te corresponde a ti ser un espejo amoroso para los otros, en el que puedan verse reflejados a si mismos antes que al otro, de forma tal que sean capaces de elaborar lo que falte y, a través del amor y el entendimiento coronar con éxito esta situación en beneficio de todos.

No se trata aquí de sanar el orgullo herido de nadie, sino aprender, de esta dolorosa situación, que no es sabio convertirse en juez de nadie ni de ninguna situación pues, ellas mismas, esas personas son los espejos en el que nos vemos reflejados y si vemos algo que no nos gusta, ese algo es de nosotros mismos y no del otro y estás obligado a modificar lo que debas modificar. Se necesita mucho amor para entender o intentar hacerlo.

Salir del ego es la parte más difícil; poder dejar de decir “yo hice”, “yo merezco”, “yo…” cualquier cosa, es salir del ego para entender y permitirnos ver lo que el otro nos está mostrando. Y cuando lo logramos, solo queda hacia el otro, el agradecimiento por haberte permitido ver, por haber logrado reflejar tu parte oscura, con la que te sientes tan bien, con la que dejas de ver en lo profundo de ti y no te permite aceptar lo que debes pues eres capaz de modificar. Entiendes ¿verdad?

Tú ya lo has logrado, a través del dolor y, ahora puedes, antes de enojarte o sentirte agredida, ver con claridad lo que el otro te está mostrando; pero quizás no todos han logrado elaborar la situación de esta manera. Corresponde entonces una actitud de humildad para poder ver y aceptar lo que por ti misma no serías capaz de ver.

Si vas al encuentro de ese espejo, con el orgullo herido, con el dolor del abandono, con la frustración de la pérdida, sintiéndote enojado, estafado, amargado, nada podrás ver que sea bueno para ti.

Mira toda la situación desde el amor, de ese amor que no importando cuán enojado estés, se sigue manifestando. Entiendes?

Es el amor lo único válido para medir el real estado de la situación.

Es el amor que sientes al escuchar al otro y entenderlo, es el que sientes cuando ves a los que amas alrededor tuyo, en armonía y paz.

Es el amor que sientes cuando discrepas o disientes con el otro y eres capaz de manifestarlo sin enojo, dolor o resentimiento.

Es el amor que le da sentido a tu vida y te saca del aislamiento y la soledad.

Reflexionen y acepten totalmente esta nueva oportunidad. Recuerden cómo se sentían hasta hace poco e intenten entender y conversar, desde este nuevo espacio de amor y comprensión para sentar las nuevas bases, las firmes bases de esta nueva familia que trabajó, aprendió y entendió que la única fuerza movilizadora, real, es el amor; que sin el te sientes perdido y a la deriva; que es el único que te ancla y permite que tus raíces se establezcan en un sitio especial, donde se desarrollarán con un sentido especial también; donde verás crecer tus sueños y desarrollarlos; donde tú como ser humano serás capaz de crecer y desarrollarte también, dando lo mejor de ti.

Benditos sean si así lo entiende. Este es el tramo más delicado, pero lo atravesarán con éxito si lo recorren desde el amor real, ese que reside en el fondo de vuestros corazones, ese que es la esencia misma de lo que son como personas, ese que tantas rabias, desentendimientos y tanto orgullo herido no han logrado acallar. Benditos sean.