Muchos senderos, una sola VERDAD

Todo tiene relación, una cosa con la otra; todo se une para formar un gran TODO, una sola cosa.

Así es el camino. Así funciona el entendimiento: recorres muchos caminos, diversos, diferentes, recolectando las herramientas que, al usarlas, te llevan al entendimiento que todo es uno, que no hay diferencias entre uno y otro, sólo diferentes escuelas de aprendizaje para alcanzar la sabiduría. Por eso, todos los caminos, todos los aprendizajes, merecen respeto.

Ya sabes que no hay buenos ni malos, sólo diferentes vibraciones que tú eliges conforme al grado de evolución alcanzado. Así de simple y a la vez tan difícil, no?

Cuesta tanto esfuerzo sentir y guardar respeto por las elecciones ajenas!!!! Y siempre pareciera que el sendero que uno elige es el único que te conduce a la verdad. Y así es, tú sendero, el que tú elegiste, también te llevará a la verdad, porque la vedad es una sola. Dios es uno solo. ¿Entiendes verdad? No hay error posible. Todos, elijan el camino que elijan, finalmente conocerán la VERDAD y así, todos son uno, todos se unifican al reconocer que sólo el amor te lleva hacia ese entendimiento pues, no encontrarás ese sendero unificado si no eres capaz de amar en forma incondicional.

Sentir amor, elegir mirar cada situación en vuestras vidas con amor, eso es lo que los llevará a reconocer que todos buscan lo mismo, que todos son iguales ante los ojos de Dios y que, la única diferencia está en la escuela que eligieron para aprender.

Unificar, a través del amor, para llegar a conocer la única verdad que es necesario conocer, para poder finalmente ser libres del odio, de la frustración, del rencor, de la culpa y de todos esos aspectos que han venido a liberar para poder comprender y entender que el amor es el único camino que conduce a Dios.

Eso debes transmitir y enseñar; primero el respeto por el otro; luego, la aceptación y, finalmente, el entendimiento.

No deben juzgar ni condenar sino comprender que solamente una escuela es diferente de otra, una más ágil o más lenta, más o menos elevada, pero finalmente, todos llegarán al mismo entendimiento.

Así, cuiden sus palabras y que sólo salgan de sus bocas palabras de amor, tolerancia y comprensión y, sobre todo, de amor por el esfuerzo que el otro está realizando para comprender y aprender.

Ser capaces de sentir los dolores, el agobio, el desamor, la intolerancia que el otro está pasando para llegar a la verdad, abre las puertas de cualquier corazón, no importa cuán sellado y protegido éste se encuentre.

¿Todo un proceso verdad? Un proceso de tolerancia, respeto y amor. Nada más hace falta. Sólo eso intenten entender.

Pregúntense en primer lugar, desde el corazón, intentando sentir: ¿por qué este ser eligió tanto dolor, tanto sufrimiento o este sendero para entender el amor? Sólo hacerse esa pregunta ya abre una rendija en tu propio corazón y por allí se deslizará todo lo que el otro eligió para aprender y serás capaz de sentir y vivir lo que el pudo sentir y serás capaz de entender la forma de ayudarlo a liberar todo eso para que, tanto él como tú, se puedan unir en el sentimiento de entendimiento y compasión que conducen al amor.

Nada más es necesario. Sólo intentar mirar y actuar desde el corazón. Eso es todo por hoy. Benditos sean por entender.