Bendita seas por entender la importancia de modificar tu forma de comunicar lo que sientes, lo que deseas, lo que necesitas; por entender la diferencia de decirlo desde el amor y no desde el dolor. Bendita seas. Todo son enseñanzas, todo es aprendizaje. Sólo hace falta permanecer atenta, consciente de lo que sucede a tu alrededor, de buscar en cada circunstancia dónde está la enseñanza, qué te dice, cómo modificar la situación. Es menos doloroso si eres consciente de lo que sientes.
Se prudente y medida en tus palabras, en lo que dejas salir hacia fuera, en el efecto que causan. Se cuidadosa y amorosa porque eres responsable de todo lo que de ti sale.
Cuando te relacionas desde el amor no es posible equivocarte. Trata de entenderlo y practicarlo. Elige con amor tus palabras y no generes más desconfianza, más prevención en las reacciones del otro.
Se simple, generosa, confiada, porque vale la pena y lo que tú podrías considerar “pérdidas” son menores de lo que imaginas.
Da de corazón, abre tu corazón y da y recibe sólo amor. Entiendes? No actúes con desconfianza pues eso generas; no lo hagas con resentimiento porque eso recibes; sólo con amor, mucho amor.
Descansa, aprende, relájate. Tus afectos son reales, valóralos, hazlos crecer y aumentar cada día más. Confía en ellos. No actúes con suspicacia y verás tus sueños concretarse, realizarse.
Te amamos siempre y te acompañamos, con amor.