El Maestro Jesucristo te abraza y te ilumina con su Luz, la Madre Divina coloca en ti su manto de amor y protección y nosotros, tus ángeles, limpiamos y aclaramos tus senderos para que tu tránsito sea más liviano, más puro y cristalino.
El amor de todos los aquí presentes te envuelve y te protege. Recurre a el y no decaigas más, pues estos son tiempos de manifestar y esto sólo es posible si tienes tu fe, en nosotros y en nuestras enseñanzas, firme, profundamente arraigada.
Todo es perfecto en el plan de Dios. Entiéndelo así y descansa en paz y armonía a la espera de las nuevas pistas, de las nuevas sincronías que te muestren por donde seguir, por qué camino transitar, qué senderos recorrer.
No desesperes ni te angusties porque tus tiempos sean diferentes. Confía y ten fe que de esa manera es correcto y espera con calma y alegría, atenta y cuidadosa.
Respira profundo, siente la Luz penetrando en ti, impregnando todo tu ser de amor y sabiduría. Siente, acepta, cree que así es y repite Yo Soy Bendita siempre porque así es. Bendita seas nuevamente. Ve en paz.