Construye tu propia escalera de ascención

Todo, sentimientos, recuerdos, todo queda grabado en tu alma. Sólo hace falta un pequeño detonante para que nuevamente afloren a la superficie y los recuerdes, los reconozcas.

Pero, ¿a eso viniste no? A recordar quien eres; lo que no significa que eso que sientes siga siendo real, actual; es algo que ya viviste, que ya tuviste la experiencia y no significa que la estés volviendo a tener, solo eso: que ya lo viviste. Es un recordatorio sí, porque de alguna manera te está haciendo recordar lo que te falta, aquello que ya no quieres más en tu vida y te está recordando agradecer lo que sí tienes.

¿Cuál es el objeto de eso? Solo recordar quien eres, qué ya sabes. Nada más.

Ahora sacude esas penas porque ya no las necesitas, ya las superaste, ya las estás transmutando y estás camino ascendente en tu evolución. Ya no las necesitas más, solo que irán contigo siempre.
Pero acostúmbrate a mirarlas como los escollos que lograste superar, los que te sirvieron para aprender, para convertirte en quien eres ahora, ¿Entiendes?

Centra tu espíritu, centra tu alma, centra tu corazón nuevamente, no caigas en la tristeza, no pierdas el sentido que le diste a tu vida porque ese también está guardado en tu interior y es el que tienes que fortalecer y agradecer. Porque no sólo se guardan los recuerdos de las derrotas, penas, sufrimientos; también los éxitos y los logros. Afírmate en ellos.

Construye una escalera que tenga como primer peldaño, todos esos recuerdos que tanto daño te hacen y que el penúltimo peldaño sean tus éxitos; de esta forma verás los logros obtenidos y, a través de qué escalones. El último peldaño resérvalo para los logros futuros, los que obtendrás, seguramente, al superar este penúltimo escalón.

Con amor, te acompañamos y guiamos.