Desapegarse de cualquier expectativa

El cielo está en silencio, tratando de entender tu tristeza, tu pesadumbre, tu insatisfacción y no lo logra.

¿Qué hace falta para que te consideres una persona feliz?, ¿para que te regocijes en tus logros?, ¿para que seas capaz de mirarte con amor?

Hiciste, cumpliste la tarea que te encomendamos y soñaste que todos iban a desear participar contigo de este momento especial, que todos se iban a alegrar igual y te decepcionaste cuando eso no sucedió.

Ahora viene la parte “desagradable” de tu tarea porque es ahora cuando quedas absolutamente expuesta a todas las energías de los otros seres que tú ansías que estén a tu lado; esos que aún no han superado sus propios dramas, que siguen llenos de insatisfacciones y a los que tú amas igual. Pero debes entender el proceso; esos seres no han aprendido el verdadero significado del amor y quizás, no entiendan o no los conmueva nada de lo que escribiste y está bien; eso está dentro de su proceso propio y tú debes desentenderte pues la intención de haber escrito este libro no es ser juzgada por nadie sino poner a disposición de todos tus experiencias de vida y los mensajes que te ayudaron a salir adelante para que todos puedan creer, puedan sentir que es posible cambiar, que no están solos en el mundo y que si lo desean realmente, pueden modificar actitudes y circunstancias; pero está también la otra parte de este efecto y es la de los seres que piensan que enloqueciste o que lo que cuentas les produce temor. Nada puedes hacer, solo dejar que suceda y cuando lleguen a ti, tranquilizarlos, nada más.

No generes expectativas ni de éxito ni de desastre porque trabas la energía original. Sólo sigue haciendo lo que programaste hacer y desentiéndete del resultado. ¿Entiendes?

Piensa siempre que todo es perfecto también y disfruta este momento que debería ser de plenitud y alegría y no de tristeza. Nada más importa, solo mantener la calma, el equilibrio; mantenerte centrada, armonizada. Ya sabes que cuando así te mantienes, lo demás viene por añadidura.

Respira profundo y no te preocupes. Ocúpate como siempre en tus cosas y en permanecer estable, tranquila y confiada en que es el amor del Padre el que te cuida y te protege.

Te amamos y bendecimos.