El amor del Padre es igual para todos sus hijos

Relájate, todo está bajo control; todo está en manos del Padre que sólo desea lo mejor para ti, su hija predilecta, su ayudante especial. Relájate. Confía. Espera. Acepta. Agradece, en ese orden y podrás ver la magnificencia de las bendiciones y regalos que el Padre tiene para ti. Te los entrega con amor y agradecimiento, esperando que los disfrutes y aproveches con humildad, agradecimiento y generosidad.

Todo es para ti y para compartir pues, la generosidad de El no tiene límites y es igual para todos. Nada debes acaparar o guardar a través del temor, del miedo; sólo a través del desapego, alegrándote al recibirlo y disfrutándolo, sabiendo a conciencia que nada es eterno y que luego será reemplazado por otra cosa, diferente, nueva, igual de preciosa para ti. Por lo tanto no te apegues a nada y siente, que puedes desprenderte de ello en cualquier momento, sin dolor, sin temor a quedar sin nada o desamparada. Nunca lo estás.

Disfruta y comparte con alegría y amor. Todo lo que des, de esa manera, te será devuelto cien veces.

Bendita seas por fluir y entender cómo se genera y cuál es el significado de la abundancia en el universo. Bendita seas.

Te amamos y el amor es así, actúa con generosidad y amplitud, así se manifiesta en plenitud, sin restricciones ni trabas. Así es el amor del Padre por cada una de sus criaturas, no sólo por ti.

La única diferencia es que tú has decidido aceptarlo y sentirte merecedora de El y sabes que sólo necesitas confiar, tener fe, para que los milagros lleguen a tu vida, se manifiesten. Ya lo has visto, ya lo has comprobado; pero no todos pueden verlo con esa claridad. Con ellos paciencia y tolerancia debes tener pues es necesario que despierten amorosamente. Mientras no lo hacen, te invade la tristeza y te preguntas ¿cómo es posible que no se den cuenta? Es tan fácil ser feliz!!!! Y cuando lo logran, ese es para ti el mejor de los premios, el mejor de los regalos pues es una forma de corroborar que todo es como tú dices, que sólo con fe y amor vences las pruebas, que el camino del éxito está garantizado cuando logras olvidarte de ti mismo, cuando reconoces que nadie es especial sino que todos son iguales ante los ojos del Padre Celestial; sólo son necesarias tocar campanas más fuertes para que logren despertar. Sólo es necesario el apoyo y la solidaridad de los que con ellos están, sin especular.

El amor del Padre es igual para todos sus hijos y se reparte a todos por igual; solo que hay algunos que deciden aceptarlo, sólo porque de El provienen y, otros, analizan demasiado y se aferran a lo tangible solamente, pero en algún momento, su corazón despertará y su alma le gritará mostrándole el verdadero camino hacia el reconocimiento de su propia divinidad, hacia la aceptación de la misma.

Es como cuando tus padres mueren dejándote una gran herencia y tú la aceptas con naturalidad porque aceptas ese derecho por aceptar también, esa paternidad. Lo mismo sucede con la herencia de tu divinidad, es un derecho adquirido sólo por ser una parte de El. ¿Entiendes verdad?

Si reconoces que El es tu Padre Celestial, ¿cómo no reconocer tu divinidad? ¿devolverás tu herencia a tus padres de esta dimensión?

Si aceptas Su paternidad, aceptas todo lo que con ella viene y …. ¿Qué desea un Padre para su hijo? Sólo entregarle regalos y bendiciones y hacer su vida fácil, sencilla, amorosa, ¿verdad?

Sólo hace falta confiar, creer, tener fe que tienen un Padre Celestial; sólo eso.

Disfruta tus regalos con alegría, con el reconocido merecimiento y, por sobre todo, con el agradecimiento por haber podido despertar.

Eso es todo por hoy.